Miguel Lirio de Sangre

Miguel

-Edad: 27
-Raza: humano
-Poderes: Su poder consiste en extraer de su pecho su magia, en forma de espada flamígera. Lo malo es que se queda sin ella hasta que vuelve a "enfundársela". Con ella puede cortar barreras mágicas y parar hechizos. (No eliminarlos una vez alcanzan a su víctima, al menos que sea una barrera o algo así) También puede emplearla clavándosela alguien en el pecho el tiempo suficiente para consumir con su fuego su esencia mágica y dejarlo vacio temporalmente. (Supongo que recuperaran su magia a mayor o menor ritmo según la persona, horas, días, semanas...)
-Aspecto: joven pelirrojo de cabello ondulado, piel como porcelana, alto, 1,80, hombros anchos y cintura estrecha. Le gusta la ropa muy tapada, cuellos altos, mangas largas, a ser posible en blanco inmaculado. De su cuello siempre pende un crucifijo, y en sus labios una mable sonrisa.
-Filias y fobias: Adora a las mujeres y a los niños, y pone todo su empeño en cuidar y proteger a estas criaturas. Por norma general desconfía de los hombres y sus intenciones, y se guía por un rígido sentido del honor basado en la religión. Su mayor defectos es su absoluta inflexibilidad y apego a las normas. Frío como un tempano, no le interesa el sexo, o eso se dice a sí mismo. Su profunda amabilidad y educación, pueden resultar cortantes como cuchillos si él lo desea.



Su madre era una prostituta.
Cuando era niño tenía que esconderse bajo las mantas y taparse los oídos para no escuchar a su madre "trabajando" en la habitación de al lado, lo que le dejó una fuerte frustración, por su incapacidad para ayudarla. Razón por la cual antes moriría que volver a fallar en salvar a una mujer.
Las amigas de ella, también  prostitutas siempre lo mimaban.  Él no entendería que unas mujeres tan buenas (desde su punto de vista, era un niño) fuesen insultadas y tan mal tratadas por los hombres. Por eso siempre las defendía aunque ellas le dijesen que no lo hiciera porque era muy pequeño, y se llevase muchas ostias a cuenta de malos hombres. Ellas lo llamaban su angel, porque era tan amable y guapo. (Ya desde muy niño todo esto lo hizo maduro para su edad) Cuando tenía unos nueve años se dio cuenta de que cuando creciera sería como esos hombres que trataban tan mal a su madre y sus "tías". Él no quería jamás llegar a eso. Y desde entonces lleva esforzándose para suprimir cualquier instinto sexual en él. Considera que todas las mujeres son tesoros preciados a los que proteger, nunca pensaría en hacer nada más con ellas. Amable al extremo, siempre listo para ayudar en lo que sea, todo un caballero.